La educación en la
Antigua India era entendida como un proceso de carácter liberador, para
perfeccionar a la persona y liberarla de la ignorancia. A los educadores se les
atribuían las funciones de “Engendrar”, en el orden espiritual, provocando un
nacimiento espiritual, o segundo nacimiento. El encargado de impartir esas
enseñanzas era el “gurú” (preceptor espiritual, un guía, consejero), que era
algo parecido a un padre, eso sí, un padre más digno de veneración que el padre
natural.
En los Vedas (cuatro
textos antiguos de la literatura india) se considera que este segundo
nacimiento era el verdadero nacimiento. Esta ceremonia tenía lugar en la
“upanayana”, que era la ceremonia de iniciación previa al ingreso en el
discipulado.
El guru debía ocuparse
de: Alimentar espiritualmente a sus discípulos, enseñarles las verdades de los
libros sagrados, estimular las capacidades y energías del discípulo, guiar,
dirigir y corregir el crecimiento y consolidación de éstas. Un buen gurú debía
realizar otras tareas: Comunicarles las verdades sagradas y ayudarles a
profundizar. Encaminarlos en una correcta disciplina moral, conducir sus procesos
en ella. Potenciar y orientar sus energías espirituales innatas.
Para el hinduismo no
todos poseían o podían tener acceso a la condición de discípulo. Se requerían
determinadas condiciones de naturaleza, disposición, status social y
preparación. Para alcanzar la condición de discípulo, se exigían determinadas
cualidades y habilidades.
Esas cualidades eran; la
capacidad de discriminación entre los real y lo aparente, lo intemporal y
transitorio, la renuncia del apetito de placeres efímeros, la renuncia al
mundo, el control de los sentidos de la mente, la concentración de la mente en
la realidad divina, la paciencia, la adquisición del conocimiento de las
escrituras sagradas, la fe en la enseñanza de estas escrituras y en el gurú que
se las comunica y el deseo ardiente de liberación espiritual.
La iniciación para
establecer el vínculo gurú-discípulo se acompañaba de varios ritos: aspersión,
purificación, invocación, la trasmisión del mantra (energía espiritual).
El concepto de educación y las
funciones del educador.
1.- La educación es entendida como un proceso de perfaccionamiento de carácter liberador: liberación de la ignorancia que conduce a la liberación de los condicionamientos de la existencia que se derivan de la condición del hombre como parte del cosmos. Las funciones del educador son varias.
2.- La primera y más importante es la de engendrar al que ya ha sido engendrado biológicamente, provocando un segundo nacimiento, "el espiritual. En este sentido, el guru es considerado como un padre espiritual.
3.- La segunda función es alimentar, nutrir espiritualmente a los que ya han sido engendrador espiritualmente, o sea enseñarles las verdades contenidas en los libros sagrados; estimular las capacidades y energías del discípulo; guiar, dirigir y corregir el crecimiento y afianzamiento de las capacidades en el discípulo.
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